¡Qué bendición eres para los misioneros franciscanos de todo el mundo!
Gracias por el regalo de la amistad. Confío en tu continua amistad mientras miramos hacia el resto del año.
Como director ejecutivo de las Misiones Franciscanas, te envío las agradecidas oraciones y los mejores deseos de más de 5,000 misioneros franciscanos en más de 600 misiones en todo el mundo.
Eres un amigo maravilloso para nuestros misioneros. Muestras tu cuidado y compromiso con cada uno de tus regalos en respuesta a mis cartas. Tu generosidad constante toca más vidas de las que puedes imaginar.
A través de su asociación con nosotros, los niños son educados y formados en la fe, los ancianos son visitados, los moribundos se consuelan, los pobres reciben esperanza y consuelo, y la fe de muchas personas se enriquece.
Quiero ofrecerle solo un vistazo del alcance y el impacto de su generosidad.
Su bondad nos ha ayudado a construir una iglesia para el pueblo de Dios en una aldea remota en Tanzania y en una ciudad empobrecida en Senegal.
Su bondad nos ha ayudado a servir a los refugiados en medio de la devastación de la guerra en Siria y Sudán del Sur. Nos has ayudado en India y Uganda mientras alimentamos, refugiamos y educamos a huérfanos.
Su gran bondad nos ha ayudado en el Congo, donde cientos de personas acuden a nuestra misión de medicina cada semana. Usted nos ha ayudado en Guinea-Bissau mientras ayudamos a brindar tratamiento y medicamentos a quienes padecen lepra.
¡Estos son solo algunos ejemplos del gran bien que aportan al apoyar a las Misiones Franciscanas! En agradecimiento por todo lo que han hecho por nosotros, queremos ofrecerle la oportunidad de celebrar misas con nuestros sacerdotes misioneros.
Muchos de nuestros sacerdotes misioneros franciscanos usan estipendios de misa para comprar alimentos, combustible y medicinas. Estos estipendios proporcionan los medios financieros para vivir y servir a los pobres en lugares lejanos y peligrosos.
Si desea organizar una misa o una serie de misas ofrecidas, complete el formulario adjunto y envíelo en el sobre provisto. Haré que nuestros sacerdotes misioneros celebren la Misa por sus intenciones lo antes posible.
Rezo para que mis palabras agradecidas puedan llevarles una medida del gran bien que han hecho posible a través de sus oraciones y generoso apoyo. Sus donaciones nos ayudan a brindar esperanza a las personas que viven en la pobreza en todo el mundo.
¡Que Dios te bendiga abundantemente!
Con agradecimiento tuyo,
Bro. Andrew Brophy, OFM
Director ejecutivo