Como cristianos, usted y yo creemos en nuestra unidad con Cristo, por eso oramos los unos por los otros. Celebramos la Misa y le pedimos a nuestro Dios misericordioso que purifique las almas de los difuntos y las lleve al gozo eterno del cielo. También suplicamos a nuestro Dios que nos conceda nuestras necesidades e intenciones especiales. La misa es celebrada diariamente por misioneros franciscanos en nuestras misiones alrededor del mundo. A través de nuestra unidad con Cristo, puede hacer arreglos para que nuestros sacerdotes misioneros digan misas.
El peaje de la pandemia
Hoy, la vida en las misiones es especialmente desafiante y difícil. Se han perdido muchas vidas y muchas más están sufriendo las consecuencias económicas de la pandemia. Nuestros frailes misioneros también deben lidiar con los efectos de la pandemia mundial de COVID-19. En algunos países, los cierres son tan severos que nuestros frailes no pueden aventurarse fuera de sus conventos. No pueden celebrar misas en público ni trabajar en las parroquias locales. Estos frailes han perdido la capacidad de mantenerse a sí mismos a través de su servicio directo y solo pueden celebrar misas en el convento. En otros países, nuestros frailes están trabajando más y más que nunca alimentando a los pobres que han perdido la capacidad de alimentarse por sí mismos durante los cierres.
Un regalo de esperanza
Sus oraciones, donaciones generosas y estipendios de Misa de $10 o más ayudan a nuestros frailes a mantenerse. Un regalo de esperanza alimentará a los hambrientos, dará agua a los sedientos, vestirá a los desnudos, albergará a los sin techo y brindará tratamiento médico a los enfermos, ¡incluidos algunos de los niños más pobres del mundo!
Si desea hacer arreglos para que se ofrezca una misa por el alma de un ser querido fallecido o por sus propias intenciones personales, haga clic en el enlace 'Por favor, donar' a continuación y coordine que uno de nuestros sacerdotes misioneros celebre la misa por su intención tan pronto como sea posible. Su amistad, generosidad y oraciones nos ayudan a dar esperanza a quienes viven en la pobreza en todo el mundo.
¡Que Dios los bendiga abundantemente y los proteja a usted y a su familia durante esta pandemia mundial!
Con agradecimiento tuyo,
Hermano Andrew Brophy, OFM
Director ejecutivo