¡Saludos de más de 5,000 misioneros franciscanos en más de 600 misiones alrededor del mundo! Cada día oramos por ti y por todos los que te son queridos. Es el mejor regalo que podemos ofrecer en agradecimiento por los sacrificios que usted hace en nuestro nombre.
Eres un amigo maravilloso para nuestros misioneros. Usted demuestra su cuidado y compromiso para ayudar a los pobres con cada uno de sus obsequios en respuesta a nuestras solicitudes. Tu generosidad constante toca más vidas de las que puedes imaginar.
A través de su asociación con nosotros, los niños son educados y formados en la fe, los ancianos son visitados, los moribundos se consuelan, los pobres reciben esperanza y consuelo, y la fe de muchas personas se enriquece.
Quiero ofrecerle solo un vistazo del alcance y el impacto de su generosidad.
Su bondad nos ha ayudado a proporcionar alimentos, agua y medicamentos a los refugiados en medio de la devastación de la guerra en Siria. Nos has ayudado en la India, donde nuestros frailes proveen a los niños, que pasan sus mañanas recogiendo en los basureros, con una educación. La educación que reciben estos niños les ofrecerá la oportunidad de romper un círculo vicioso de pobreza. Su gran bondad nos ha ayudado en el Congo, donde más de 300 personas acuden a nuestra misión de medicina contra la epilepsia cada semana. Sus donaciones nos han ayudado en Guinea Bissau a brindar tratamiento y medicamentos a las personas que padecen lepra.
Sus donaciones nos han permitido construir casas de formación en México, Filipinas y la Provincia de San Francisco en África. En estos lugares, y en muchos otros como ellos en todo el mundo, su generosidad nos permite alojar, formar y educar a cientos de jóvenes que han respondido al llamado de Dios de servir como misioneros franciscanos. Estos hombres dedicarán toda su vida a servir a los pobres.
En agradecimiento por todo lo que han hecho por nosotros, queremos ofrecerle la oportunidad de celebrar misas con nuestros sacerdotes misioneros.
Muchos de nuestros sacerdotes misioneros franciscanos usan estipendios de misa para comprar alimentos, combustible y medicinas. Estos estipendios proporcionan los medios financieros para vivir y servir a los pobres en lugares lejanos y peligrosos, como Sudán del Sur, Siria y Vietnam.
Si desea organizar una misa o una serie de misas ofrecidas, visite nuestro sitio web www.franciscanmissions.org y haz tu intención. Arreglaremos para que nuestros sacerdotes misioneros celebren la misa lo antes posible.
Rezo para que mis palabras agradecidas puedan llevarles una medida del gran bien que han hecho posible a través de sus oraciones y generoso apoyo. Sus dones y fe en nuestra misión nos ayudan a brindar esperanza a las personas que viven en la pobreza en todo el mundo.
Con agradecimiento tuyo,
Bro. Andrew Brophy, OFM
Director ejecutivo