La Misión Franciscana al Servicio de los Munduruku

Durante más de un siglo, los frailes franciscanos han acompañado al pueblo Munduruku en la Amazonía brasileña, sirviendo como guías espirituales, educadores y defensores. Ubicada en la remota región suroeste de Pará, la Misión de São Francisco es una de las pocas misiones franciscanas dedicadas a las comunidades indígenas en esta vasta selva tropical. Con más de 70 aldeas bajo su cuidado, junto con dos comunidades ribereñas no indígenas, los frailes brindan un apoyo crucial a quienes a menudo son ignorados.    

La tala ilegal, las invasiones de tierras y la falta de acceso a alimentos, atención médica y educación amenazan el modo de vida de los Munduruku y su propia existencia. Los frailes brindan un apoyo vital, pero la misión —cada comida, cada viaje a una aldea lejana, cada envío de provisiones— depende completamente de la generosidad de los donantes. Sin esta ayuda externa, esta misión no podría continuar.

Superando la distancia: un viaje de compromiso

Llegar a estos pueblos no es tarea fácil, ya que requiere:

  • Un paseo de día completo en lancha rápida
  • Una caminata difícil por caminos de tierra.
  • Y un viaje en barco de 20 horas por el río Cururu

Los alimentos, los medicamentos y el combustible deben transportarse desde centros comerciales distantes y, si bien la misión cuenta con una pequeña pista de aterrizaje, el acceso sigue siendo limitado.

Llevando fe y apoyo a comunidades aisladas

Durante la pandemia, los frailes tuvieron que abandonar la misión durante un año. Ahora han restablecido una presencia permanente, liderada por los frailes Sebastián Robledo (Argentina) y Amauri Pereira (Brasil), con la esperanza de ampliar su equipo. 

“Con gran alegría, volvemos a la misión con dos frailes y esperamos que muy pronto un fraile más se una a la fraternidad”. sdice el Padre Gil Noriega, OFM.       

Con el apoyo de los donantes, los frailes continúan:

  • Celebrar los sacramentos en comunidades que rara vez ven a un sacerdote
  • Proporcionar catequesis y capacitación en liderazgo para líderes locales. 
  • Defender las tierras y los derechos de los indígenas
  • Promover la ecología integral, protegiendo tanto la cultura Munduruku como la selva tropical.   

“Les agradecemos todo el apoyo brindado hasta ahora a las actividades de formación y evangelización que lleva a cabo la Custodia de San Benito de la Amazonía”. dice el padre Gil.