El 24 de marzo, los funcionarios del gobierno en India implementaron un bloqueo nacional para mitigar la propagación del virus COVID-19. Con poco más de cuatro horas para hacer los arreglos, a los 1.300 millones de personas del país se les prohibió abandonar sus hogares. A su vez, se cerraron todos los negocios no esenciales y se prohibieron todas las reuniones públicas. Se suspendieron los sistemas de transporte aéreo, por carretera y ferroviario, y millones de trabajadores asalariados pobres perdieron su sustento.
El dilema de los migrantes
Muchas personas no calificadas, incluidas las familias con niños, habían emigrado a grandes ciudades urbanas en la India en busca de trabajo. Trabajaron en sitios de construcción, pequeños hoteles, tiendas y mercados callejeros, solo por nombrar algunos. Como muchos de nosotros aquí en los Estados Unidos, de repente no tenían trabajo, dinero ni posibilidad de hacer un largo viaje de regreso a sus pueblos y familias. Según la Organización Internacional del Trabajo, los trabajadores migrantes con salario diario generalmente viven de la mano a la boca, ganando entre 138 y 449 rupias indias ($1.84–$5.97) por día. Varados y sin dinero, estos migrantes deambulan por las calles, ciudades y pueblos. Tienen hambre y ahora están sin hogar.
Niños que sufren hambre
En India, hay más de 470 millones de niños, de los cuales 40 millones viven en el nivel de pobreza o por debajo. Muchos niños tienen que valerse por sí mismos, a veces trabajando en granjas en zonas rurales o como recolectores de trapos en las ciudades. Según una estimación, solo Delhi tiene más de 70,000 niños de la calle. Muchas organizaciones caritativas locales están ayudando a alimentar a estos niños pobres con comidas pequeñas, pero muchos de ellos solo comen una vez cada dos días.
Alivio franciscano y una petición de ayuda
Los misioneros franciscanos del convento Shalom en el centro sur de la India están sirviendo a familias pobres, migrantes sin hogar y niños de la calle en los vecindarios de Hyderabad. Los frailes preparan y distribuyen pequeñas comidas diarias junto con amigos hindúes y católicos locales. Los misioneros franciscanos en otras ciudades están distribuyendo alimentos, suministros y medicamentos a las familias y niños más vulnerables.
Los misioneros franciscanos en India están pidiendo ayuda. Por favor encuentre el amor de Dios en su corazón. Su generosa donación proporcionará alimentos, agua limpia, higiene segura y saneamiento. El acceso al desinfectante y al saneamiento es muy importante para evitar la propagación de COVID-19. Ayúdenos a apoyar a nuestros misioneros franciscanos y personas vulnerables en todo el mundo mientras enfrentan los mismos desafíos que nosotros: mantener a nuestras familias seguras, saludables y alimentadas.
Juntos, podemos apoyar a nuestros hermanos y hermanas. Cualquier regalo que envíe será una bendición. Tu generosidad refleja la misericordia de Dios. Haga un regalo generoso a la gente en India durante su tiempo de necesidad en franciscanmissions.org
Gracias y que Dios te bendiga,
Br. Andrew Brophy, OFM
Director Ejecutivo de las Misiones Franciscanas