Donar – Seleccione “[24ABCF] Ayúdenos a reconstruir un futuro de fe, esperanza y amor – Incendio en una iglesia en Chile“

Nuestra iglesia franciscana, San Antonio de Padua, y nuestro convento en Iquique, Chile, están perdidos.

Se desconoce la causa del incendio, pero su resultado está muy claro.

El incendio se inició en la iglesia a las 3 de la tarde del 11 de octubre. Es un milagro que nadie haya resultado herido. La única persona que se encontraba en la iglesia en ese momento era un feligrés que se ofreció como sacristán.

El padre Claudio Pomarino, OFM, guardián del convento, el padre Alejandro Úbeda, OFM, párroco, y otros dos frailes misioneros regresaban de Santiago donde habían asistido a las reuniones del Capítulo Provincial.

Estas imágenes cuentan la historia mucho mejor que mis palabras. La iglesia y el convento están totalmente destruidos. Por un momento, creyeron que el fuego se había extinguido, pero volvió a rugir como un monstruo.

Estas edificaciones fueron construidas hace más de 120 años. Eran de madera y su fachada era de ladrillo. La Iglesia San Antonio de Padua fue una de nuestras primeras misiones en Chile. La iglesia fue declarada monumento histórico nacional en 1994.

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El obispo franciscano local, Mons. Isauro Covili Linfati, OFM, afirmó: “Es verdad que este lugar de San Antonio es un lugar emblemático, significativo en el corazón y en la vida de la ciudad y de esta zona. Son tantos los hermanos y hermanas, cientos y miles de hermanos y hermanas que tienen un vínculo con este lugar por su fe, por su afecto, por su historia familiar”.

Nuestros frailes perdieron todo en el incendio. Se quedaron con el obispo Covili durante unas semanas antes de poder encontrar una casa temporal para utilizar como convento. Alquilaron una casa a una milla del antiguo convento. Ahora no pueden mudarse. Son necesarios para atender a los 300 feligreses y continuar con su labor de ayuda a los pobres.

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Gracias a Dios, en esta tragedia no hubo muertos. Varias casas cercanas y un taller resultaron dañados por el incendio y 10 personas resultaron heridas. Todo lo que hay en el interior de la iglesia y del convento podrá ser reemplazado. Los corazones tristes sanarán y la obra de nuestros frailes misioneros continuará.

El salón parroquial no fue afectado por el incendio y está siendo utilizado como salón temporal para que la parroquia celebre la misa.

Agradezco a Dios las muestras de apoyo y oraciones que nuestros frailes han recibido. Nuestros corazones están verdaderamente llenos de gratitud hacia algunas buenas personas que ya han ofrecido su apoyo.

Sé que reconstruiremos la iglesia y el convento. Sé que nuestros frailes seguirán sirviendo a los 300 feligreses y a los pobres. ¡Estas personas dependen de nosotros!

Y agradezco a Dios de antemano por sus oraciones y apoyo financiero para llevarnos adelante, sea cual sea la bondad y sabiduría de Dios que nos guíe.

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¡Tengo buenas noticias para compartir! ¡Un amigo especial de nuestros frailes misioneros se ha ofrecido a igualar SU generosidad dólar por dólar!

Podemos lograr mucho... ¡juntos! Si tan solo donaras generosamente hoy y nuestro querido amigo duplicara tu donación. ¡Tu donación de $15 sería de $30 para la construcción de una nueva iglesia y convento! ¡Una donación de $25 sería de $50! ¡Una donación de $50 sería de $100! ¡Y una donación milagrosa de $100 se igualaría dólar por dólar y sería de $200!

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Les pido sus oraciones y apoyo financiero para ayudar a nuestros frailes en Iquique, Chile, a levantarse, limpiar el terreno y planificar la reconstrucción. ¿Se unirán a nosotros para construir una nueva iglesia para nuestros frailes misioneros en Iquique y asegurar un futuro para el gran bien de nuestros hermanos y hermanas católicos que rezan allí? ¿Ayudarán a construir un nuevo convento para que nuestros misioneros puedan seguir sirviendo a los pobres?

Hay mucho que hacer hoy y en los próximos meses para nuestros frailes misioneros. ¡Deben estar mareados! Deben seguir viviendo en su hogar temporal y seguir sirviendo a sus feligreses en el salón de la iglesia. Pero tienen una fe inquebrantable en la bondad de Dios y en la amistad de ustedes, que brota con tanta seguridad de su fe, su esperanza y su amor.

Somos muy bendecidos en nuestro país. Gracias por compartir sus bendiciones, a través de nuestros frailes misioneros, con muchos que son pobres y olvidados.

Te deseo una feliz y bendecida Navidad.

Con un corazón muy agradecido,

Hermano Andrew Brophy, OFM

Director ejecutivo

PD: Les pido que, al acercarse la Navidad, renueven su generosidad salvadora a través de nuestras Misiones Franciscanas. Agradezco a Dios de antemano su pronta y generosa respuesta a esta carta urgente.