Cuando comenzaron las incesantes lluvias el 13 de julio de 2024, nadie podría haber imaginado la devastación que se avecinaba. En cuestión de horas, las comunidades de Pagalungan, Dungguan y Datu Montawal, que antes eran vibrantes, quedaron bajo el agua. Las familias huyeron para ponerse a salvo y montaron tiendas de campaña improvisadas a lo largo de la carretera, mientras que las escuelas, los centros de salud e incluso el ayuntamiento se inundaron en 24 horas.
En este momento de crisis, los frailes franciscanos, encabezados por el padre Benjamín Tigullo Jr., OFM, respondieron con compasión y urgencia. A través de la Estación de Misión Franciscana (FMS) y con el apoyo de Franciscan Health Care Crossing Borders Inc. (FHCCBI) y voluntarios incansables, una misión de socorro de dos días llevó ayuda a 298 familias.
Se distribuyeron paquetes de ayuda (que contenían arroz, leche en polvo, café, azúcar, alimentos enlatados, vitaminas y medicamentos) para aliviar la carga inmediata de las familias. Más allá de la ayuda de emergencia, esta misión fue un acto de solidaridad, un recordatorio a los afectados de que no están solos.
El compromiso inquebrantable de los frailes con la compasión, junto con la resiliencia de la comunidad, sirvió como un poderoso testimonio de que la esperanza surge incluso en los tiempos más oscuros.