Llevando comida y esperanza a el campo de refugiados de Lushagala
En diciembre de 2024, nuestros hermanos franciscanos viajaron a la República Democrática del Congo (RDC) para visitar a los refugiados que viven en el campamento de Lushagala.
Lushagala, ubicada en la provincia de Kivu del Norte, en Goma, alberga a miles de personas que huyen de los horrores de la guerra en la República Democrática del Congo. Aunque muchos llegan al campo de refugiados en busca de un refugio seguro, Lushagala sigue siendo un lugar difícil y peligroso para vivir. Niños huérfanos deambulan por el campo, vulnerables a quienes desean hacerles daño. Las madres de recién nacidos no saben de dónde saldrá su próxima comida. La gente lucha por encontrar refugio y ropa, con solo la camisa que llevan puesta para protegerse de las inclemencias del tiempo.

Nuestros hermanos franciscanos se conmovieron ante el dolor y la desolación de la gente. Durante su visita, repartieron comidas y se reunieron con los responsables del campamento para comprender sus urgentes necesidades.
Con más de 2000 huérfanos en el campamento, muchos niños buscan alimento y consuelo. La gente no puede trabajar ni cultivar debido a la inestabilidad de la guerra. Nuestros hermanos también fueron testigos del impacto emocional que la guerra ha tenido en la población. Los refugiados necesitaban desesperadamente apoyo psicológico y esperanza para el futuro.
Tras la visita, las Misiones Franciscanas se fijaron la meta de asistir a 460 familias de refugiados vulnerables. En marzo de 2025, los hermanos regresaron para administrar ayuda alimentaria, que incluía arroz, harina de maíz, frijoles, soya, azúcar, sal y aceite vegetal, y así brindaron esperanza a la gente.
Mientras la guerra continúa, las Misiones Franciscanas seguirán brindando ayuda crucial a los refugiados en Lushagala a través de bienes materiales y oraciones.