En 2019, las Misiones Franciscanas aceptaron una solicitud de subvención para apoyar un programa para personas sin hogar en Argentina. Un Convento de Buenos Aires, San Francisco de Asis, solicitó apoyo para un programa único llamado “El Buen Samaritano”. El enfoque del programa para coordinar la atención personalizada para los niños, jóvenes y adultos sin hogar que viven en las calles cercanas a esta parroquia católica. El plan era simple: ofrecer un regalo de esperanza a las personas sin hogar, brindándoles apoyo general, acompañamiento, alimentación e higiene dentro del Convento.

Con el generoso apoyo de nuestros benefactores de Poverello, el programa El Buen Samaritano ha seguido sirviendo a más de 5,000 personas sin hogar. Muchas personas están sufriendo los efectos económicos de la pandemia de COVID-19 en los últimos dos años. Los frailes, trabajadores sociales y voluntarios laicos trabajan con los departamentos del gobierno local de la Ciudad de Buenos Aires. Escuchan las necesidades de los pobres y ofrecen información y coordinación sobre subsidios gubernamentales, ayuda financiera, servicios de capacitación e incentivos que ayudan a estas personas a superar los obstáculos de la falta de vivienda.

El programa El Buen Samaritano continúa ofreciendo un regalo de esperanza a las personas sin hogar. Las personas pobres que acuden al Convento encuentran una distribución semanal de alimentos, mantas, artículos de higiene y bolsas de alimentos. El programa también ofrece una lavadora y secadora para la limpieza de la ropa y toallas de las personas sin hogar. Hoy, este programa continúa facilitando el acceso a la asistencia social a niños, jóvenes y adultos.

Los efectos de la pandemia de COVID continúan creando enormes consecuencias para los pobres en todo el mundo. Programas para personas sin hogar, similares a El Buen Samaritano, y el apoyo económico es básico para ayudar a los pobres a recuperar su dignidad y un futuro de esperanza. Con su generoso apoyo, oraciones reflexivas y fe en nuestra misión mundial, podemos decir con confianza: "Juntos, brindamos esperanza". Ofrezca una donación recurrente que brinde apoyo para futuros programas como este.

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